MARIBÁÑEZ. Mtb

RUTA: A Maribáñez por el Toruño.

RECORRIDO: Circular

DIFICULTAD: Baja

KILÓMETROS: 42 kms.

Maribáñez

Ruta de Invierno a Maribáñez: Entre Amigos y Paisajes del Bajo Guadalquivir

Hoy amaneció con una brisa helada, ideal para una escapada invernal. Junto a mis amigos Rafa y Jeffrey, nos lanzamos a explorar Maribáñez, una pequeña localidad perteneciente a Los Palacios y Villafranca. Este pueblo tiene una historia particular: fue fundado en los años sesenta como parte de un gran proyecto de colonización para aprovechar las ricas tierras del Bajo Guadalquivir.

Empezamos la ruta en la fuente de los Ocho Caños, un lugar conocido por los locales como “el Chorrito”. Desde ahí, nos dirigimos por la Cañada Real de Venta Larga y Torres Alocaz en dirección sur, con el cortijo Pinganillo en la mira. Al principio, el camino era de tierra compactada, lo que lo hizo cómodo para pedalear y disfrutar del paisaje. Después de unos 3 km, cuando ya habíamos entrado en calor, tomamos un desvío a la derecha antes de cruzar la carretera A-394, en busca del cortijo de El Toruño.

Frente al cortijo, cruzamos la vía férrea Sevilla-Cádiz por un puente. Al descender, continuamos en paralelo a la vía del tren en dirección a Cádiz. Apenas 2 km después, nos encontramos en el cruce con la carretera de las Alcantarillas, a la altura del puente romano, una joya histórica que agrega encanto a esta región. Desde allí giramos a la derecha, tomando el camino que va en paralelo a la N-4.

Antes de llegar, pasamos junto al cortijo Juan Gómez, finca que solía ser de ganado bravo y que ahora se dedica a la agricultura, un cambio que refleja bien cómo esta tierra ha evolucionado con el tiempo. Al llegar a Maribáñez, hicimos una parada estratégica para desayunar y disfrutar del ambiente rural del pueblo.

Para el regreso, tomamos una ruta alternativa. Pasamos por Los Palacios y Villafranca, a solo unos 4 km de Maribáñez, y continuamos por el Camino de la Puya en dirección a Utrera, atravesando la finca La Romana. Aquí el terreno se notaba aún húmedo debido a las recientes lluvias, lo que hizo el camino algo más desafiante y divertido.

Ya en los últimos 8 km, con nuestra localidad a lo lejos, tomamos la entrada por la Vereda de los Pescaderos. Con un total de 42 km recorridos, regresamos a casa.